¿cómo debemos afrontar nuestras obras? Parte 2

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En nuestra parte I de como debemos afrontar nuestras obras hablábamos sobre lo perjudicial que puede ser hacer una obra contratando los distintos oficios por separado, incluso aunque tengamos a un familiar, amigo o conocido que nos haga su parte de la obra más económica y nos atienda bien, puede haber muchos problemas con el resto de oficios.

Por tanto, contratar a una empresa que se ocupe de toda la obra completa, mano de obra y materiales, es fundamental, para así tratar todo con una misma persona, y que ésta se ocupe de coordinar a todas las subcontratas y gremios de su obra; ya que nos deberá entregar la obra terminada, rematada y limpia, y asumirá los defectos que aparezcan, es decir: tendrá toda la responsabilidad sobre la obra realizada frente a nosotros, y asumirá la garantía de la obra completa, sin poder echarle la culpa a nadie más.

TENER TODO DECIDIDO ANTES DE EMPEZAR LA OBRA

Este problema no solo surge porque resulta difícil coordinar contratas en las obras, adaptándose a la misma, ya que cada obra es diferente de las demás; este problema se ve agrabado en que la mayoría de las veces el promotor no tiene decidido de antemano qué quiere y como lo quiere, sino que va improvisando durante la obra.

Es importante hacer el proyecto completo, bien pensado y decidido antes de empezar la obra, y merece la pena perder el tiempo en esto, es un tiempo que se ganará al hacer la obra. Sin embargo hay mucha costumbre de improvisar, haciendo caso omiso al proyecto que debemos haber encargado a un arquitecto, y con el que nos habrán concedido licencia urbanística; esto es lo que alimenta el caos en la obra, el parar a esperar decisiones, el deshacer cosas ya hechas,  la descoordinación, los gastos extra, y los defectos en la obra. Por tanto es extremadamente recomendable que el promotor decida qué quiere y como lo quiere en la fase de proyecto, tratándolo con el arquitecto sobre los planos, y no durante la obra. Se deberá hacer la obra conforme está descrita en el proyecto, que ya aparecerán imprevistos, pero no los provoquemos, porque cada cambio que queramos ordenar a nuestro constructor, puede suponerle deshacer alguna parte que ya esté hecha, cambiar la contratación que ya tenga hecha de materiales o subcontratas, pagar un precio más alto por algo que podría haber sido más barato teniéndolo previsto a tiempo; y así, cada cambio que no hagamos a tiempo y con la previsión de toda la obra que pueda verse afectada, cumplimiento de normativa, etc. nos puede suponer un gasto de dinero extra que el constructor nos cobrará, y que aprovechará para cobrarnos un cargo «extra» para sacarle beneficio al presupuesto, ya de por sí recortado.

Cuantas más decisiones dejemos para tomar durante la fase de obra, más cara nos saldrá la misma, puesto que esos cambios nos los cobrarán independientemente y sin posibilidad de negociar el precio, ni elegir contratista, y de nada servirá haber negociado bien el contrato con el constructor. Lo digo por experiencia de unos cuantos años…

Y finalmente un par de consejos finales y el resumen en la parte 3 y última  de «como debemos afrontar nuestras obras?

Espero que te estos consejos te resulten útiles si no tienes experiencia en obras.

 

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